Las fumigadoras pequeñas tienen un tamaño reducido, siendo muy útiles y sencillas de usar. Prácticas para cuidar el jardín y usar como pulverizador mini para plantas de interior. Úsalas para aplicar abono foliar, insecticida o herbicida de forma aislada en tus macetas sin rociar todo lo que hay alrededor.
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Comparativa de Fumigadoras y pulverizadoras mini
De tamaño compacto y poco peso, el mini pulverizador manual es realmente práctico para cuidar las plantas. Con un depósito menor de 1,5 litros es de los más pequeños, encontrándonos fumigadoras de 1 litro de capacidad y una función del pulverización y nebulización perfecta. Toma nota de los mejores modelos que hemos seleccionado por su calidad y precio:
Puedes usarlos para pulverizar cualquier tipo de planta y objeto, desde humedecer las hojas con agua hasta para aplicar un antifúngico o un producto herbicida en dosis pequeñas, haciendo que todo el líquido rocíe por completo. Y, lo mejor de todo, como ocupa muy poco espacio podrás guardarlo en un cajón, armario o un rincón de cualquier sitio hasta que lo vuelvas a necesitar.
¿Qué ventajas tiene el mini pulverizador manual?
- Tamaño pequeño.
- Poco peso.
- Sin pilas ni baterías.
- Sencillo de usar, lavar y guardar.
- Puede utilizarse con una sola mano.
- Cuesta poco, su precio siempre es barato.
Este tipo de fumigadoras manuales o pulverizadores mini son perfectos para tratar plantas de interior y exterior, aplicando el producto solo donde nos interesa.
A diferencia de las fumigadoras eléctricas el pulverizador mini con funcionamiento manual solo rocía lo que nos interesa, reduciendo el caudal expulsado y permitiéndonos enfocar el chorro o el nebulizador donde queremos. Si por ejemplo solo quieres impregnar una planta, podrás hacerlo con facilidad, evitando que caigan los productos químicos en el resto de la vegetación.
Si en cambio lo usas en el interior de casa es mucho más útil. Evitarás mojar todas las cosas y muebles al poder dirigir con precisión la boquilla a donde más te interesa, eso sin contar que también podrás regular la aspersión o chorro de mayor a menor intensidad.
Además, al ser manual no lleva piezas electrónicas o complejos sistemas de pulverización y presión, haciendo que puedas lavarlo bajo el grifo o la manguera sin ningún tipo de problema. Una vez que lo secas, lo puedes guardar donde quieras ya que prácticamente no ocupa espacio. Sus dimensiones son las más pequeñas y su presión mayor que el típico bote de spray en el que no puedes regular la distancia de pulverización.
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